sábado, 12 de octubre de 2013

Teillier te vende la cuerda con que te va ahorcar. Barata, eso sí


En entrevista publicada hoy en La Tercera, el líder comunista Guillermo Teillier desliza —sin quererlo— datos que prueban el verdadero talante del castrismo local y sus relaciones con la concertación progresista.

Esta es la transcripción de la entrevista, en la que he insertado notas que dejan en evidencia la verdadera influencia del castrismo en nuestra política.

"El martes pasado, Guillermo Teillier se reunió en la sede del comando bacheletista con el secretario ejecutivo de la campaña, Rodrigo Peñailillo. Temas sobre la mesa hubo varios. Uno: las posibilidades de doblaje en algunos distritos, como en Coquimbo, donde Matías Walker (DC) podría empujar la elección del PC Daniel Núñez. También conversaron asuntos programáticos: el PC ha expresado su inquietud por el rumbo y profundidad de las reformas laborales. Hasta ahora, la CUT ha planteado su distancia con las propuestas del comando en esta área. [El comunismo ha tomado el control total de la CUT, capitaneada por la militante Bárbara Figueroa, de modo que los "planteamientos" y conducta general de la entidad responden ahora a las orientaciones del Comité Central del PC, frente al cual no existe la posibilidad de mostrar independencia o, menos aún, de disentir de la línea estratégica del partido. El periodista entrevistador, Phillip Durán, no advierte o no quiere evidenciar esta dependencia, que impide consignar cualquier planteamiento de la CUT como si se tratase de un organismo autónomo].

En esta entrevista, el timonel PC señala que, en un eventual gobierno de Michelle Bachelet, su partido tendría un rol importante para “persuadir” al movimiento social de apoyar las grandes reformas impulsadas por el Ejecutivo. Y aunque mantiene en suspenso si la colectividad ingresará de manera formal a un posible gobierno de la Nueva Mayoría, afirma que mientras exista acuerdo sobre el programa y “se hagan esfuerzos por cumplir, actuaremos con bastante lealtad”.

La contribución del partido puede ser desde adentro del gobierno, como también desde afuera sin ser oposición. No estoy diciendo que nos pasemos a la oposición, sería absurdo que estemos discutiendo un programa, una candidatura única y llegado el día, dijéramos nos vamos a la oposición. El problema es cómo contribuir, y esa es una de las cosas que vamos a discutir. Si quedamos totalmente conformes como para decir ‘ya, estamos en disposición de entrar al gobierno’. [Teillier sabe muy bien de qué habla. Durante los 20 años de gobierno de la coalición de centro-izquierda, el Partido Comunista no formó parte del conglomerado pero, extrañamente, no activó sus cuadros de agitación en los sindicatos ni entre los estudiantes sino hasta el gobierno de Bachelet. ¿Qué ocurrió? Siendo que aún estaba fresco en la memoria de los chilenos el rechazo al PC y lo impresentable que era para la coalición incorporarlo a su cúpula, los dirigentes del castrismo local llegaron a entendimientos con la Concertación para no activar "la calle" a cambio de dinero. El partido recibió enormes sumas como compensación por las expropiaciones de sus locales bajo el gobierno militar y todos sus agentes obtuvieron pensiones vitalicias por la vía de declararse exonerados, torturados o exiliados, o de haber tenido parientes que hubieran pasado por alguna de esas supuestas condiciones o estuvieran en el listado de detenidos desaparecidos*. Esta fue la "contribución desde afuera" del PC a los gobiernos de la Concertación]

¿Sería extraño no estar “dentro” de un eventual gobierno de Bachelet después de haber participado en la campaña y haber acordado pactos parlamentarios dentro de la Nueva Mayoría?

Nosotros vamos a hacer aquello que sea más conducente a lograr los objetivos programáticos. Hay que tomar en cuenta que tenemos experiencia de gobierno en Chile. En la primera, con Pedro Aguirre Cerda, ahí los comunistas contribuimos al éxito de ese gobierno. Y después, apoyamos a Gabriel González Videla, Neruda era el generalísimo, tuvimos un ministro, nos jugamos por un programa. Y al poco andar nos dejaron fuera de la ley. Después, con Allende vino el Golpe. Es evidente que nosotros tenemos que pensar muy bien si vamos a entrar a un gobierno y bajo qué condiciones.

Sería cerrar un ciclo histórico…

Puede ser que signifique cerrar un ciclo, como usted dice. Tenemos amigos, muy buenos amigos, que nos dicen ‘imagínense, ustedes volverían al gobierno después de 40 años, sería un hecho histórico, trascendente’, pero aunque así fuera, nosotros tenemos que meditar ese paso. Opiniones hay de todas. Es más o menos lo que ocurrió con el apoyo a Bachelet. Hasta el último momento hubo opiniones y discusiones, al final después de una votación tras mucha discusión, se logró casi por unanimidad el apoyo. Ahora, hay una parte del partido que está por integrar el gobierno y otra que no, que tiene reparos y aprensiones, que quieren discutirlo bien. Y yo estoy porque se discuta bien. [Lo que en realidad se discute es el impacto que pueda tener en el electorado el hacer conciencia de la vuelta de la UP en plenitud. Si se llega a la conclusión de que aún no se ha disipado el verdadero recuerdo del gobierno de Allende —contrario al "oficial" que lo pinta como el más grande de los chilenos— lo más probable es que se continúe el esquema anterior, con dinero por debajo de la mesa y facilidades para ir ganando en el control poblacional, del sindicalismo, los gremios laborales y profesionales, y el contingente estudiantil].

¿Qué aprensiones?

Por estos temas, las reformas, si se van a tomar o no, qué profundidad van a tener. Si va a ser factible, si van a decir ‘bueno, enviamos un proyecto y hasta luego, no hacemos nada más’... Ya nos ha pasado también que hemos apoyado proyectos, pero que chocamos contra el muro del quórum calificado en el Parlamento. Por eso es que vamos a analizar bien los factores, entre los que está el resultado de la parlamentaria, tenemos que saber cómo está la correlación de fuerzas, qué factibilidad hay de llevar adelante los cambios. [Por esto es que les interesa mantener y reforzar el control de "la calle" para desde allí hacer aparecer al eventual gobierno de Bachelet como presionado "por el pueblo" para imponer los cambios radicales que alejen del poder a la derecha (que es lo que ellos entienden por democracia): control estatal centralizado de la educación, desquiciar el sistema de representación mayoritaria para asegurar el control del legislativo, generar un ambiente de "refundación" constitucional que permita consolidar el control de las instancias de poder público. El objetivo ya imprudentemente declarado por varios cuadros de la centro-izquierda es empujar estas cuestiones por las buenas o por las malas. En todo caso, en La Habana no les corre prisa por apurar la revolución, sólo les interesa que se consolide cada paso hacia ella, por pequeño que sea, mientras ganan en influencia y en dinero]

¿Mantiene las aprensiones sobre la reforma laboral?

Me parece que se ha discutido insuficientemente con la organización sindical. Yo creo que es eso, no que exista mala voluntad u otra cosa. Es sencillamente eso y que en estos días debería darse una mayor relación, entre quienes están trabajando en el programa y organizaciones de trabajadores (...). En el programa hay elementos... Por ejemplo, la afiliación automática de los trabajadores sindicales, pero resulta que las organizaciones sindicales no están por eso, ellos están porque queden establecidos los derechos de los sindicatos y que la gente se afilie al sindicato porque tienen derechos... Lo del multi-RUT es una señal, pero pequeñita. El derecho a negociación sería para mí una señal clara. Lo que ellos están pidiendo es que los sindicatos sean dueños de su negociación, es decir, cuando hay un negocio y consiguen algo, que lo consigan los que están afiliados a ese sindicato. También hay que ver el tema del reemplazo en la huelga, que es el que más pudieran los empresarios resentir. [De este aspecto se encargará la CUT para orquestar las protestas y paralizaciones que sea menester hasta recuperar el control incontestable de los contingentes laborales y de la estabilidad productiva del país. Aunque sería estúpido que salieran hoy con las mismas "reivindicaciones" de Allende —la tierra para el que la trabaja, los cinturones industriales y otras monstruosidades de la época— este factor es esencial en el control de la economía nacional].

¿Qué condiciones tendría que haber para que, pese a un eventual triunfo, el partido optara por no estar en el gobierno?

Como todavía no se ha concretado, no lo podría decir. Supóngase usted que si no está bien expresado el tema laboral, es un tema complicado para el PC, es una complicación grande para el partido. Si no está bien expresado y no deja conforme al mundo laboral, habría que pesar cómo las otras reformas compensan esto o cómo este tema se puede encauzar igual.

De todas maneras, hay condiciones distintas como para que el PC esté debatiendo ingresar o no al gobierno…

El problema es cómo contribuir (...). Supongamos que se envía la reforma educacional o tributaria al Parlamento y que ahí se genere, por resultado de las elecciones parlamentarias y esto de los quórum calificados, una atrincheramiento de los que quieren defender el lucro, que no están de acuerdo con la educación gratuita, que no quieren una reforma tributaria. En ese caso, nuestro papel es contribuir a conformar una convergencia mayor que haga posible que estos cambios se lleven adelante. Que sea tan poderosa y tan amplia la mayoría que se pueda crear que sea difícil para una minoría llegar y oponerse de una manera muy poco constructiva a esto que la mayoría del país está exigiendo. Si uno ve, en el debate presidencial del miércoles había ocho candidatos y siete que están por estas reformas. Eso habla de que no es sólo la Nueva Mayoría la que podría construir, sino que una convergencia más amplia de fuerzas políticas. Y además, está el movimiento social, que yo creo que en algún momento va a tener que tomar una definición respecto de si hay una reforma de la profundidad que se espera, bueno, que sea apoyada. Nosotros podemos contribuir en eso y lo podemos hacer estando o no en el gobierno. [Sabiendo que es imposible obtener mayorías parlamentarias suficientes para redibujar la institucionalidad a su gusto, esto es exactamente la estrategia que se ha planificado para una eventual vuelta de la UP/DC: generar un ambiente de "estallido social" que haga sesionar a los congresistas con miles de movilizados esperando al lado de afuera del Congreso —o adentro, según quién presida— para satisfacer sus demandas o desatar el caos]

¿Cómo podría contribuir el PC? Usted dijo en la semana que el partido nunca ha llamado a desmovilizarse, por el contrario, y eso va a ser “problema del próximo gobierno”.

Es que hay que distinguir. Pensamos que se necesita el movimiento social para tener la fuerza que nos permita hacer estos cambios. En eso, el movimiento social es determinante. Lo segundo, es que el movimiento social va a existir queramos o no. Puede ser que haya muchas cosas que no están consideradas en el programa y que la gente diga: “Aquí falta eso”. ¿Le vamos a prohibir que se movilicen? ¿O vamos a escucharlos, vamos a tratar de encauzar para buscar solución? A nosotros nos preocupa mucho la conducta respecto del movimiento social y creemos que debe ser una conducta de diálogo y de resolver problemas.

¿Si existe una reforma profunda el movimiento social debiese respaldarla?

A mí me parecía que sería lo mejor y en ese caso, nuestros dirigentes sociales sí podrían jugar un papel para persuadir, convencer de que hay que apoyar reformas como esas, porque es lo que se ha estado pidiendo y que sería un beneficio para el país.

¿Es ese el caso, que dada la magnitud que tiene la reforma educacional y tributaria, deben ser apoyadas por el movimiento social?

Me parece que es el caso. Y también el cambio de Constitución. Son tres reformas que deben concitar un apoyo político, social mayoritario en el país. Y en ese caso, nosotros no podemos empezar a poner barreras ahora. El movimiento social va a seguir existiendo independientemente de nuestras voluntades y hay que tenerlo siempre en cuenta en la elaboración de cualquier gobierno. Habría que revisar cuál va a ser la conducta, entonces, del gobierno frente al movimiento social. [El "movimiento social" no es sino el canal de activismo del PC que manipulando los pocos votos que puede obtener en sindicatos y organizaciones estudiantiles levanta "dirigentes" previamente adiestrados en la difusión de consignas y eslóganes diseñados por su aparato de propaganda. Casos como el de Camila Vallejo son paradigmáticos: con apenas 700 votos y sin ser alumna regular fue instalada como la Presidenta de los estudiantes de la Universidad de Chile, que tiene más de 20 mil estudiantes, haciendo que muchos se postraran ante ella como una dirigente mesiánica —aunque Carlos Peña, el columnista de izquierdas de El Mercurio se mofó de esa reverencia el Presidente Piñera llegó al extremo de reconocerle atributos desmesurados y a recibirla en La Moneda como si se tratase de un líder muy importante— y hoy está a punto de sentarla en la Cámara de Diputados]

Una cosa es estar cerca del movimiento social, escucharlo, y otra tener un pie en el gobierno y otro en el movimiento social…

Esa es una frase muy mala, porque no vamos a incitar al movimiento social. Los problemas están y el movimiento social actúa porque hay cosas que no están resueltas. Algunos creen que somos incitadores que buscamos la movilización social por la movilización social. No somos así, pero no vamos a renunciar a estar en el movimiento social. Porque si éste elige como dirigentes a los comunistas no podemos renunciar. ¿Se nos prohibiría eso? No concibo un partido que se desligue del movimiento social, que se institucionalice. Lo que dicen es que entonces vamos a hacerle olitas al gobierno y eso no es así. Ahora, si viéramos que ese gobierno va a dejar de lado lo comprometido, que va por otro rumbo, discutiremos qué hacer. Pero mientras esté el programa y se hagan los esfuerzos por cumplir, actuaremos con bastante lealtad y hemos dado muestras de que somos bastante leales. [Teillier miente con descaro, en realidad el movimiento social NO es otra cosa que la incitación mediante activistas entrenados de los contingentes ya señalados. Si esta línea de acción no correspondiera a una clara estrategia del castrismo, sería de lo más normal que hubiera una pléyade de movimientos diversos y hasta divergentes. Siendo que no es así, este canal de agitación constituye el principal activo del PC, ya que carece de arraigo de alguna significación entre los votantes. Salvo Camila Vallejo, levantada a ese nivel por el mismísimo y tontísimo Presidente, desde 1990 el PC no ha podido volver a elegir ningún congresista en forma directa, los 3 que tiene actualmente lo han sido con votos cedidos por la Concertación]

¿O sea, si están en el gobierno y no se cumplen las promesas, el PC se puede salir? ¿O una vez que se entra sólo se trata de influir desde adentro? Algunos plantean cuánta garantía de estabilidad da un pacto con todos los partidos de la Nueva Mayoría… [Tal parece que el periodista nunca pudo entender que el PC jamás se va a salir del gobierno, sea que tenga ministros o no. Es imposible para el PC subsistir sin el apoyo de la UP/DC y sin el control de la agitación]

Nosotros tenemos que contribuir a la estabilidad y dar gobernabilidad al gobierno. Lo que yo digo es que tenemos que pensarlo. Supongamos que una parte de esta mayoría se incline por decir que estas reformas están bien que las hayamos propuesto, pero… Ahí diríamos por qué nosotros deberíamos mantener un compromiso con algo que no va a ser. Ese es un supuesto y espero que no se dé de ninguna manera.

Pero está entre las opciones posibles dejar un gobierno que no cumple sus promesas…

Nosotros no vamos a poner eso en el centro ahora. Lo nuestro es cómo contribuimos al cumplimiento del programa. Lo otro es un supuesto y se discutirá en su momento, si se da. Queremos ganar las elecciones, que tengamos la fuerza suficiente para llevar adelante las reformas, buscar nuevos compromisos con otros sectores para fortalecer estos elementos programáticos. También contribuir teniendo más diputados. [Claramente, sin renunciar a su único activo que es la capacidad de agitar a trabajadores y estudiantes, en esta pasada el castrismo quiere principalmente incrementar su presencia en el Congreso y, sólo si el hecho no despierta reacciones negativas, tener ministros en el eventual gobierno de la UP/DC. Todo ello, aparte de su "participación" en el botín que logre recuperar la centro-izquierda]

* Hermógenes Pérez de Arce ha probado (en su libro Terapia para Cerebros Lavados y en otras publicaciones) que, en términos prácticos, no hay detenidos desaparecidos. Los restos de los que fueron ejecutados por activos del gobierno militar están identificados o son fácilmente identificables mediante el examen de sus restos. Esta cuestión ha sido evadida por el Servicio Médico Legal y el aparato judicial por el provecho que se obtiene de acusar a militares de "secuestro permanente", tanto en condenas que mantengan vivo el cuadro de victimización que posterga el examen histórico de la dictadura del castrismo 1970/73, como por los beneficios pecuniarios que se obtienen para parientes, casi todos militantes o simpatizantes del castrismo local.

2 comentarios:

  1. Es muy claro, y muy conocido el juego del partido comunista. Insisten en ideas absolutamente fracasadas.
    Despues de la perestroika y la caida de los muros, la izquierda internacional se reorganizo, muchas veces financiada por los subsidios y fondos de Europa o los Estados Unidos. Recordemos el Foro de Sao paulo, que se organizo como alternativa a el G-8 y otras iniciativas multilaterales.
    Ahora, este es el resultado que estamos viendo despues de años de incansable labor: una reformulacion de su accionar social, a traves de los movimientos de los indignados y el descontento de la clase media. Desde Venezuela se financia, hasta el dia de hoy. Y es lo que vemos en Brasil y Chile. Desde luego que es el cuento de nunca acabar, ya que dificilmente seran ellos los que arreglen las cosas: pero siempre se le podra echar la culpa a alguien. Lo del PC chileno es una reliquia del pasado. Nuestro problema es la tendencia de mirar hacia atras en vez de concentrarnos en el futuro.

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    1. Es cierto. Sin embargo, siendo que la versión del pasado que se ha impuesto es absolutamente falsa, no estaría demás que algún dirigente de la centro-derecha dijera las cosas tal cual fueron. En cualquier escenario, pasado, presente o futuro, los partidarios de la libertad y el respeto a la institucionalidad superan con mucho a los cabeza-caliente de la izquierda.

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