viernes, 19 de octubre de 2012

Las malas prácticas de Andrés Velasco


por Sergio Melnick

Si hay alguien que lo hizo mal como ministro de hacienda, ése es Andrés Velasco.

El crecimiento de la economía en su período es el peor de toda la Concertación: apenas 2,7% promedio. La productividad cayó año tras año, desde antes de la crisis. La inflación en 2008 llegó al 10% anual y el Economist señaló que la mitad era explicada por el gasto.

Las tasas de desempleo fueron demasiado altas. La Enap fue técnicamente quebrada en su período. El Transantiago, un verdadero desastre financiero.

Y si eso fuese poco, quebró la regla de equilibrio fiscal, dejando un déficit enorme de 3% del PIB. No es verdad que ahorró, sino que se gastó la mitad del fondo del cobre, y tuvo un aumento promedio del gasto del 10,5% más de tres veces lo que produjo, con excelentes precios del cobre. El gasto público en su período pasó del 18% del producto en 2006, al 25% en 2009.

En la Enade 2007 anunció uno de sus famosos "paquetes de estímulo" de forma muy grandilocuente, con títulos como Chile Compite o Chile Invierte. Se trataba, dijo, de "un incentivo a la vena a la inversión en activos fijos", pero no pasó nada, y se necesitó un tercer paquete de medidas, que tampoco funcionó. De esos tiempos fue la mala práctica con el crédito BID para el Transantiago y la de recurrir al 2% de emergencias. La deuda de las empresas públicas aumentó severamente en su período.

Carlos Ominami dejó de hablarle y Nelson Ávila solicitó a Bachelet que lo removiera. El manejo del conflicto con los contratistas del cobre fue lamentable y se perdió la independencia de su gobierno corporativo, además de bajar la productividad de esa empresa.

En Chile Invierte planteó 27 medidas, pero fue puro discurso. Ofreció una gerencia par remover cuellos de botella burocráticos, a cargo de Carlos Mladinic, que después de no hacer nada pasó a ser jefe de gabinete del ministro del Interior. Hablaba de las pymes y no pasó nada. Instaló un subsidio para las patentes de autos híbridos, que son sólo para los más ricos, y que es el mismo que se compró Ricardo Lagos. Un irrisorio proyecto de capacitación de inglés por 1 millón de dólares. Otros US$ 2 millones para formación técnica de trabajadores pymes en los clusters de mayor potencial. Políticas a nivel nacional simplemente ridículas. Ofreció normas para desarrollo de biocombustibles, y no pasó nada. Ofreció desarrollo turístico y no pasó nada. Julio Ditborn calificó el Plan Chile Invierte como una pena y un chiste.

Sus pronósticos y predicciones sobre la economía fueron sistemáticamente malos, al punto de desconocer la existencia de una recesión: "Prefiero usar otras palabras, estamos en una situación compleja", nos dijo entonces. En mayo de 2007 pronosticó crecimiento del 5,7% y fue 4,7%, un severo error a esas alturas. En 2009 Bachelet dio que no podía dar un pronóstico de la tasa de crecimiento pero que ciertamente sería positiva; fue 1,5% negativa. Ya pocos se acuerdan de triste manejo de la huelga ilegal de la ANEF, que terminó en un reajuste del 10%. En mayo de 2007, 20 economistas variopintos hicieron propuestas, pero les dio un portazo en la cara; "no nos pescó mucho", dijo Felipe Morandé. El Senado en pleno presentó críticas en mayo del 2008, con una propuesta de 37 medidas, considerando que su gestión era deficiente. Adolfo Zaldívar, en 2008, dijo que el ministro de Hacienda no escucha y es despreciativo. Si se acuerdan de los problemas del inicio de la justicia familiar, esto se debió a que no fue financiada adecuadamente por Velasco.

El economista Sebastián Edwards lo calificó de Mickey Mouse, a raíz de sus comentarios sobre el tipo de cambio. Velasco destacó que Moody había mejorado la nota crediticia de Chile, y Edwards le recordó que era la misma calificadora que dio triple A a las deudas subprime de Estados Unidos. En una oportunidad, Velasco calificó de apollerados a los políticos de la alianza. José Valente, en 2006, dijo que a Velasco y a la Presidenta les faltaba adrenalina.

En fin, son muchos los temas de malas prácticas de Velasco, y está claro que en la Concertación no está su mayor apoyo, y menos lo está en la Alianza. Entonces ¿de quién será que espera el respaldo?

1 comentario:

  1. El personaje está convencido de ser un verdadero genio y que los chilenos se volcarán en masa para instalarlo en La Moneda.

    Melnick ha hecho muy bien en pegarle esta aterrizada.

    ResponderEliminar

Tu opinión enriquece nuestro trabajo. Gracias por comentar.